En el mundo del desarrollo de software, existe una narrativa peligrosa que ha sido aceptada como parte de la cultura profesional: la glorificación del exceso de trabajo. Esta narrativa se esconde tras frases como “me encanta programar”, “me desvelo porque me apasiona”, o “no me pesa trabajar fines de semana, lo disfruto”. Pero, ¿hasta qué punto esto es pasión real, y cuándo se convierte en burnout?
La línea entre motivación y explotación
La programación es una disciplina creativa, técnica e inmersiva. Muchos de nosotros disfrutamos resolver problemas complejos y crear soluciones elegantes. Sin embargo, esa motivación genuina muchas veces se ve explotada por empresas o entornos que interpretan la entrega y entusiasmo como disponibilidad ilimitada.
El problema aparece cuando esa “pasión” se convierte en una justificación para:
- Trabajar más horas de las que permite un estilo de vida saludable.
- No tomar descansos o vacaciones porque “hay cosas urgentes que entregar”.
- Autoexigirse hasta el punto de caer en fatiga mental y emocional.
- Asumir múltiples tareas porque “yo sí puedo con todo”.
El burnout no siempre se nota al principio
El burnout (o síndrome del agotamiento profesional) no se manifiesta de forma repentina. Llega en forma de cansancio acumulado, pérdida de concentración, irritabilidad, falta de motivación o incluso síntomas físicos como insomnio, dolores musculares o ansiedad constante.
Irónicamente, muchas veces el entorno aplaude estos síntomas: “¡Qué comprometido eres!”, “Siempre estás disponible”, “Eres el alma del equipo”. Y así, el desgaste avanza mientras se camufla de compromiso.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Es fundamental replantear cómo entendemos el trabajo en tecnología. Estas son algunas claves:
- La pasión verdadera se cultiva con equilibrio, no con sacrificio.
- Ser eficiente no significa estar siempre disponible.
- Los buenos líderes promueven límites saludables, no jornadas infinitas.
- El descanso no es un lujo: es parte del proceso creativo y de calidad.
En ITLaguna, promovemos una cultura basada en la confianza, la autonomía y el bienestar. Creemos que el código de calidad nace de mentes descansadas, motivadas y respetadas. Porque si bien amamos lo que hacemos, también amamos vivir bien.
Si tú también sientes que estás llegando al límite, haz una pausa. La tecnología avanza rápido, pero tu salud va primero.