En muchas grandes empresas tecnológicas, se ha perdido el sentido del desarrollo de software como una actividad intelectual y creativa. Hoy, más que nunca, los desarrolladores están siendo tratados como piezas de una cadena de ensamblaje. Se prioriza la velocidad sobre la calidad, el cumplimiento de fechas sobre la toma de decisiones técnicas bien fundamentadas, y el “haz lo que se te pide” sobre el “cómo podemos hacerlo mejor”.

Esto ha dado paso a lo que podríamos llamar "maquilas de software": entornos donde el código se produce en masa, sin alma, sin propósito, sin reflexión. En lugar de fomentar la innovación, la mejora continua o la autonomía técnica, se exige productividad ciega. El resultado son sistemas frágiles, mal estructurados, plagados de funciones repetitivas, parches y decisiones pobres.

Uno de los mayores agravios es cuando los clientes o directivos solicitan funcionalidades sin sentido, sin considerar las implicaciones técnicas o la experiencia del usuario. Peor aún, no se le da voz al desarrollador. No se le permite proponer, mejorar, ni aportar desde su experiencia. Se le reduce a un ejecutor de tareas.

¿Cuántos programadores han tenido que implementar funcionalidades que sabían, desde el inicio, que eran una mala idea? ¿Cuántos han repetido la misma funcionalidad en diferentes pantallas solo porque “el cliente lo pidió así”?

Un ejemplo muy común:

"Quiero que esta pantalla también genere un reporte... el mismo que ya genera la sección de reportes del sistema."

Eso no es eficiencia. Eso es repetir código, multiplicar puntos de fallo y convertir un sistema en un Frankenstein digital, lleno de redundancias y problemas de mantenimiento a futuro.

Trabajar en tecnología no debería sentirse como armar celulares en una maquila. El desarrollo de software implica pensamiento crítico, creatividad, análisis y estrategia. Las empresas que lo olvidan no solo pierden talento, también comprometen la calidad de sus productos.


¿Te has sentido así como programador? ¿En qué momento se dejó de confiar en el criterio de los desarrolladores?