En la actualidad, muchos líderes —evitemos llamarlos “jefes” por respeto a los derechos laborales y a las nuevas formas de trabajo— aún creen que si un programador se encuentra incómodo en la oficina, se sentirá tan fastidiado que querrá terminar más rápido su código solo para poder irse a casa (si es que le permiten hacerlo al concluir sus tareas).

Esta visión parte de una asociación errónea: que la presencia física equivale a productividad. Pero lo cierto es que:

  • Un entorno incómodo aumenta el estrés y disminuye la capacidad de concentración.
  • La calidad del código —y la creatividad necesaria para resolver problemas— mejora en espacios ergonómicos, silenciosos y con flexibilidad de horarios.

¿Por qué algunos líderes piensan así?

  1. Porque conservan una mentalidad anticuada en la que “sufrir” es sinónimo de trabajar duro.
  2. Porque ver a los programadores sentados todo el día frente a una pantalla les transmite una falsa sensación de productividad.
  3. Porque, sinceramente, nunca han escrito una sola línea de código y desconocen que la programación requiere, ante todo, enfoque.

La realidad es que muchos programadores con experiencia pueden resolver grandes requerimientos en apenas un par de horas. Después, se ven obligados a “fingir” que siguen ocupados, por temor a ser juzgados si los ven haciendo algo ajeno a su labor.

Y si algún líder nota que un programador es rápido y eficiente, ¿qué sucede? ¿Recibe un incentivo o reconocimiento? No. Lo más probable es que le asignen aún más responsabilidades… por el mismo salario.

En ITLaguna, no explotamos a nuestros desarrolladores. De hecho, pueden trabajar a la hora que deseen, desde el lugar que elijan y en el momento que mejor les funcione. Eso sí, con un compromiso absoluto: desarrollar con excelencia las ideas de nuestros clientes y llevar sus negocios al siguiente nivel.